Carta de Adolfo Perez Esquivel, Premio Nobel de la Paz sobre encarcelamiento de Lonko Calfunao y familia

Buenos Aires, 6 de diciembre de 2006.-


Señora
Michelle Bachelet Jeria
Presidenta de la República de Chile
Palacio de la Moneda
SANTIAGO DE CHILE

No puedo evitar sentir un profundo dolor e indignación, al conocer los terribles y violentos tratos que han debido soportar los miembros de la familia Calfunao, pertenecientes a la Comunidad Mapuche Juan Paillalef, por parte de las fuerzas de seguridad (gendarmería, policía).

Me refiero específicamente a Manuel Cadin Calfunao y a Doña Juan Calfunao Paillalef, quienes junto con otros miembros de su familia (Antonio Cadin Huentelao, Ernesto Lincopan, Jorge Landero Calfunao y Luisa Ana Calfunao Paillalef) han sido injustamente encarcelados. En estos momentos se necesita garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica del señor Manuel Cadin Calfunao, y ordenar su libertad inmediata en caso de encontrarse detenido en ausencia de cargos legales válidos, o, si estos cargos existen llevarlos ante un tribunal independiente, competente, justo e imparcial, respetando todos sus derechos al debido proceso en todo momento.

Es fundamental también, Sra. Presidenta, llevar a cabo una investigación exhaustiva, independiente e imparcial por parte de instancias civiles , en torno a los hechos que arriba mencionamos, con el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal independiente, justo e imparcial y aplicarles las sanciones penales y/o administrativas prevists por la ley.

Es para mi y para todos los que venimos trabajando en estos temas, garantizar en todas las circunstancias el respeto por los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de conformidad con las leyes internacionales sobre Derechos Humanos, en particular con las disposiciones de la Convención Americana de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención contra la Tortura; instrumentos todos, ratificados por la República de Chile.

Esperamos, Sra. Bachelet, pueda usted utilizar toda su sabiduría y sentido de justicia, para finalizar con los maltratos e injustos encierros de integrantes del Pueblo Mapuche, que sólo tienen la culpa de defender el derecho a sus tierras, donde viven desde siempre, y a sus recursos naturales, actualmente en peligro debido al avance de empresas latifundistas.

Reciba usted un saludo de Paz y Bien.


Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz

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