Nuestra embajada en Londres, vergüenza nacional

Por Arturo Alejandro Muñoz - 30 de enero, 2008

Nuestra embajada en Londres, vergüenza nacional. y   no sólo en las orillas del Támesis, también en los otros cuatro continentes. Los ejemplos -para corroborar lo dicho- abundan. He aquí uno de ellos, indesmentible, indignante y detestable.

¿HAY ALGO MENOS útil que una Embajada? Sí, claro que lo hay: un embajador. En el caso de Chile, el dinero que destina el estado para mantener una legación diplomática en cualquier país extranjero es hoy un verdadero despilfarro. La voz de la calle señala que todo embajador es tan inútil como un cenicero de motocicleta. Y la vox populis no se equivoca, pues toda legación en el extranjero debería tener como misión inextinguible "representar y defender los intereses de la nación".pero todos los intereses, y no sólo algunos, tal cual lo hace torpe y servilmente nuestra embajada en el Reino Unido. 

La representación diplomática de Chjle en tierra inglesa está encabezada actualmente por el señor Rafael Moreno, miembro del partido Demócrata Cristiano. Años atrás tuvo en suerte pertenecer a una organización supranacional dependiente de la ONU. Trabajó interesadamente para lograr dirigirla -o presidirla- pero fracasó en el intento  y debió regresar al país con la cola entre las piernas, pese a que en su momento logró aunar el interés y apoyo oficial de uno de los gobiernos concertacionistas para cumplir su deseo. Fue, quizá, el principal fracaso de su zigzagueante carrera diplomática.   

En la década de los años sesenta había sido jefe de un servicio fiscal dedicado a los asuntos agrarios durante la presidencia de Eduardo Frei Montalva, en la que también actuó como  ministro de agricultura. Durante el gobierno de Salvador Allende fue rostro público de los grupos democristianos proclives al golpe de estado. Su participación en programas de televisión, atacando a la Unidad Popular y pavimentando el camino para la llegada de los militares a La Moneda, no ha sido olvidada ni perdonada por muchos chilenos. 

En tiempos más cercanos al actual fue senador por la Región del Libertador O'Higgins, cargo por el que transitó sin pena ni gloria, pero poniendo en práctica toda la artillería demagógica y caudillista que le permitieron su tienda política y el gobierno de la Concertación. 

Una delicada enfermedad le hizo abandonar el Congreso Nacional. Acostumbrado a vivir del Estado pujó por un empleo fiscal tranquilo, bien remunerado y 'a su altura'.  Londres fue el premio concedido por Michelle Bachelet. Allá está ahora. En la 'City'. Haciendo poco y nada.o mejor dicho, entrabando todo aquello que otros hacen. 

DESIDIA Y CLASISMO DE UN EMBAJADOR

El día 25 de enero recién pasado, una amplia comitiva se apersonó en las puertas de la embajada chilena en Londres pretendiendo entregar -en manos del embajador- una carta dirigida a la Presidenta de la República, en la cual se solicitaba a la Mandataria su directa participación en orden a satisfacer las demandas de Patricia Troncoso -dirigente del pueblo mapuche detenida y encarcelada por el régimen concertacionista- quien en ese instante llevaba casi cien días en huelga de hambre, con evidente riesgo de su vida. 

La comitiva estaba encabezada por Sara de Witt (representante en el Reino Unido de los ex prisioneros políticos chilenos), Roberto Vásquez (perteneciente al Proyecto Internacional de Derechos Humanos), Martín Téllez (representante de la Federación Solidaria), y Reynaldo Mariqueo (de Enlace Mapuche Internacional).    No obstante el alto grado de representatividad de la comitiva, el embajador Moreno se negó a recibirla. Los visitantes preguntaron entonces si había algún funcionario que pudiese atender sus demandas y recibir oficialmente la misiva. La respuesta fue también un rotundo 'no'. 

Incluso el portero de la legación diplomática fue reticente a escuchar los planteamientos del grupo y se negó a recibir la carta, aduciendo que "no puedo abandonar mi puesto de trabajo, por lo que ustedes deberán depositar esa carta en el buzón de correo". Ni siquiera los enviados de Al Qaeda habrían recibido tan indigno trato si se hubiesen presentado en esa legación para entregar una epístola al gobierno chileno. Pero, en la embajada de marras -y en muchas otras- es habitual encontrar reticencia oficial, e incluso desprecio social, a la hora de atender a compatriotas que no cuentan con entorchados, millones de euros ni servilismo profundo con el régimen concertacionista.   

La incomprensible actitud del embajador provocó una inmediata reacción en el resto de la comitiva, que desde la calle y frente al ingreso a la embajada comenzó a corear cánticos como: "Liberar.liberar.al mapuche por luchar", y "Las tierras. robadas. serán recuperadas". 

Para cualquier ciudadano de un país civilizado es inaceptable la actitud del gobierno de Chile, que aplica la ley antiterrorista al pueblo mapuche porque este, ejerciendo su derecho a la libre expresión, impetra la recuperación de una mínima parte de sus tierras ancestrales. El gobierno encabezado por la doctora Michelle Bachelet se ha negado a dialogar con los líderes del pueblo mapuche, pero sí lo hace con representantes políticos, empresarios e Iglesia Católica para tratar de 'solucionar' el grave problema que aqueja a nuestra principal etnia originaria. 

Obviamente, para el gobierno de Bachelet esa 'solución' es posible si -y solo si- no pone en jaque los intereses económicos de las empresas forestales que se agenciaron tierras indígenas gracias a las 'dádivas' entregadas por las administraciones concertacionistas. 

Para graficar rigurosamente lo dicho y patentar el verdadero robo legal del que ha sido objeto el pueblo mapuche, es sano y oportuno decir que a comienzos del siglo XX -mediante tratados y acuerdos signados por representantes indígenas y ministros plenipotenciarios del gobierno chileno- ese pueblo disponía, como propiedad, más de diez millones de hectáreas. Hoy, su patrimonio ancestral ha sido reducido a tan sólo quinientas mil, y las recomendaciones de la ONU caen en el olvido, pese a que la Concertación ratificó oficialmente acuerdos internacionales que apuntan a la protección de las propiedades, cultura y derechos de las etnias originarias. 

El embajador Rafael Moreno, que de cristiano y demócrata le queda tan sólo la sonrisa, demostró ser un excelente defensor del capital extranjero en tierra chilena y un servil funcionario que consolida gustosa y prestamente las torpezas y clasismo que hoy engalanan el palacio de La Moneda. Para los predadores inversionistas foráneos,  nunca estuvo tan bien dirigida la embajada chilena en Londres como lo está hoy.  Es posible que al embajador Moreno, esos mismos capitalistas transnacionales, en retribución a los favores recibidos le otorguen doble ciudadanía: chileno y fenicio. 

UN BREVE RECUERDO DE LA BRAVURA MAPUCHE

El insigne poeta hispano, Alonso de Ercilla y Zúñiga, autor de 'La Araucana', conoció en carne propia el actuar bravío de la etnia mapuche durante el período de la conquista española en América. Partícipe de la Guerra de Arauco junto al entonces gobernador García Hurtado de Mendoza, pudo valorar el temple inclaudicable de los 'hijos de la tierra'. 

A este respecto, escribió: 

"es su gente (la de Arauco) tan soberbia,
gallarda y belicosa,  
que no ha sido por rey jamás regida,  
ni a extranjero dominio sometida". 

La Historia le concedió razón, ya que durante 300 años el pueblo mapuche luchó sin tregua ni descanso contra el invasor. No hubo rendición por ninguna de las partes. Los ejércitos reales de Carlos I, de Felipe II, de Felipe III, de Carlos II y de muchos otros monarcas, experimentaron sangrientas derrotas en los territorios del Arauco indomable, donde perdieron a los mejores de los suyos (el año 1589 -y es sólo un ejemplo entre tantos otros- en el 'Desastre de Curalaba', las huestes mapuches derrotaron completamente a los ejércitos españoles y dieron muerte al gobernador Martín García Óñez de Loyola). 

Aún más, el joven guerrero y estratega mapuche de nombre Lautaro, fue el primero en lanzar el grito de 'libertad' en toda la América indígena del siglo XVI. Es por ello que, trescientos años más tarde, en la época de las guerras de independencia americana, patriotas como Bolívar, Miranda, San Martín, O'Higgins, Sucre y otros, formaron la agrupación libertaria que bautizaron con el nombre de 'logia lautarina'. Con el concurso de la experiencia mapuche en las luchas desarrolladas en cerros, hondonadas, bosques y valles estrechos, los ejércitos patriotas lograron derrotar a los "vencedores de Bailén". 

El pueblo mapuche fue finalmente reducido por las armas del Chile independiente, en la segunda mitad del siglo XIX, cuando las tropas del ejército chileno contaban con  cañones móviles, ametralladoras, naves de guerra y toda la tecnología de aquella época para enfrentarla a lanzas, mazas, macanas, flechas y cuchillas de los imbatibles araucanos o mapuches. 

Pero, los nombres de Caupolicán, Colo-Colo, Lautaro, Galvarino, Pelantaro, Anganamón y tantos otros, quedaron adheridos no sólo a la Historia de Chile sino, con orgullo y merecimientos, a la Historia americana y universal.   Un significativo porcentaje de la actual raza chilena desciende de esa estirpe, aunque hoy mezclada con raíces provenientes de tierras lejanas como Italia, Alemania, Croacia, Siria, Palestina, Israel y, muy principalmente, de la culta y valerosa España. Sin embargo, pocos habitantes de esta larga y angosta faja de bravía tierra olvidan sus prolegómenos étnicos. 

Ese pueblo originario, valeroso e indomable, es el que ciudadanos como Rafael Moreno pretenden sojuzgar con el arma del desprecio político y racial. Mala medida, equivocada acción y espurio intento. Así como los ríos siempre vuelven a sus cauces durante una tempestad, los pueblos retoman sus caminos de antaño para oxigenar la Historia cuando son llamados a defender lo que jamás se transa ni se abandona: el orgullo, la tradición, la cultura y la tierra. 

Es posible que la Presidenta Bachelet haya olvidado que nadie es más chileno que un mapuche.y que muy pocos son mejores guerreros que un araucano. Quizá, ese porcentaje de sangre francesa que corre por las venas de la mandataria le obnubila la razón, confundiéndola en entramados que han tejido interesadamente algunos capitalistas foráneos, y varios politicastros traidores, que le endulzan el ego diciéndole aduladoramente que ella tiene ' charme et personalité d'une fêmme de Paris' .o temple de prusiana, puesto que se crió y creció en cuarteles y villas militares. 

Reavivada por las torpezas y entreguismos de nuestros gobiernos, Pulchetún -la flecha mensajera- recorre el país de norte a sur, desde el Chungará aymara hasta las australes pampas de la casi extinta raza Ona, avisando que una vez más los cultrunes (tambores) resuenan llamando a despertar del letargo para ponerse de pie y decirle a los extranjeros dueños del capital que, como siempre ha ocurrido durante el transcurso de los siglos, al sur del río Maule e inmersa en los valles regados por el Itata, el Bío-Bío  y el Toltén, hay una raza dispuesta a retomar el camino de la dignidad que trazaron sus antepasados y que, tarde o temprano, las tierras robadas serán recuperadas.

Dios quiera que ello sea legal y pacíficamente, para evitar males mayores a la patria.

_____________________

Fuente:  Kaosenlared.net

 

Subir