Mensaje de Wiñoy Xipantu 2011 del Príncipe Felipe de Araucanía y Patagonia a la Nación Mapuche

Año Nuevo Mapuche - 24 de Junio de 2011.


Marri marri pu Toki, pu Lonko, pu Machi,
Marri marri pu Weupife, pu Ngenpin,
Marri marri pu Werken, pu Weichafe, pu Kona.
Marri marri Kompuche.

Durante el año que finaliza hemos vivido dos eventos importantes en el devenir de nuestro pueblo Mapuche. Por un lado la intensificación de la lucha por nuestros derechos y por otro la conmemoración de la Casa Real, el pasado 17 de noviembre del 2010, del 150 Aniversario de la fundación del Reino. Además del 60 aniversario de mi ascensión al trono. Estos eventos han servido tanto para recordar estas fechas tan señaladas, con la participación de un numeroso público y medios de comunicación, así como para informar sobre la lucha del pueblo mapuche por sus derechos.

Me gustaría aprovechar esta oportunidad para mencionar que durante estos 150 años de nuestro gobierno en el exilio, los monarcas que me precedieron han venido insistiendo en la legitimidad de la lucha mapuche por la restitución de su territorio y en su inalienable derecho a la autonomía y libre determinación. Situación que hoy el pueblo Mapuche, con plena conciencia de tales derechos, sigue reivindicando bajo el amparo de las leyes internacionales, razón por la cual, hoy como ayer, la lucha para recuperar por vía de hecho lo que nos pertenece por derecho continua su camino inexorable hasta reconquistar lo que nos corresponde.

Es importante enfatizar que las movilizaciones mapuches por sus derechos territoriales está respaldada por una serie de leyes internacionales, incluyendo el artículo 35 del Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) que explícitamente reconoce la vigencia de los derechos reconocidos “en virtud de otros convenios y recomendaciones, tratados o leyes”, previamente pactado entre las partes interesadas.

Respecto a la persecución política contra el pueblo mapuche en Chile, consideramos la actitud del presidente Piñera poco digna y nada consecuente con la promesa hecha tras el fin de la anterior huelga de hambre, en octubre del 2010, de no aplicar la ley antiterrorista a los dirigentes mapuches. Pese a las presiones internacionales, como todos sabemos, el presidente rompió su promesa al aplicar dicha ley, a través del Ministerio Público, contra los patriotas mapuches injustamente encarcelados.

Es inaceptable que el gobierno chileno siga criminalizando las demandas de las comunidades mapuches, y que la Corte Suprema de Justicia en Chile acepte como lícito el uso de testigos anónimos y las declaraciones de acusados incriminados bajo torturas. Al avalar el veredicto viciado de la Corte de Cañete, donde se cometieron las más disímiles violaciones al debido proceso, el más alto tribunal chileno niega a los cuatro patriotas mapuches, las más mínimas garantías de un juicio justo.

El veredicto de la Corte Suprema de Chile es en los hechos una invitación a los latifundistas, a las empresas forestales y fiscales para continuar urdiendo montajes (tan habitual hoy en Chile) con los que incriminan a los dirigentes mapuches. El uso de testigos anónimos les permite seguir con sus leyes dictatoriales, ya que saben que la justicia chilena está de su lado, de tal forma que tienen el poder de decidir sobre la libertad de cualquier mapuche. Del mismo modo, está claro que el Poder Judicial no es ni imparcial ni independiente del Poder Ejecutivo al aceptar del gobierno chileno, a través de su Ministerio del Interior, la no anulación del mencionado juicio, a pesar de que previamente había sido desestimado por falta de pruebas por un tribunal militar y otro civil.

Todo ellos nos indica que los mapuches se encuentran en la más absoluta indefensión jurídica, vulnerables de ser arbitrariamente detenidos, encarcelados, torturados y hasta asesinados con total impunidad, con la benevolencia de un estado de derecho plegado a los intereses económicos y al poder político de los gobiernos de turno.

La realidad de los hechos nos indica que los estados de Chile y Argentina siguen impulsando políticas genocidas contra nuestro querido pueblo Mapuche, las cuales tienen como objetivo hacernos desaparecer como pueblo; esto se hace patente en la violación sistemática de las leyes internacionales que como pueblo nos son inherentes. Para contrarrestar su política genocida debemos utilizar todas las formas pacifica de lucha, incluyendo las herramientas legales a nuestra disposición, la Casa Real continuará enarbolando ante las leyes internacionales los derechos soberanos emanados de la Constitución de 1860. 

Esto reafirma la urgencia de poner en práctica nuestros derechos de autonomía y libre determinación que nos reconoce el derecho internacional, donde la protesta de acción directa hoy en progreso pareciera ser una de las disyuntivas a seguir. Después de todo, la violación de los tratados con nuestra nación y la anexión ilegal de nuestro territorio por Chile y Argentina hace que sus leyes carezcan de legitimidad dentro de nuestro territorio soberano.  Por lo tanto, todo acuerdo bilateral entre las repúblicas de Chile o Argentina con otros estados, incluyendo la introducción de convenios internacionales aplicados sin el consentimiento del pueblo Mapuche, carecen de jurisdicción y seguirán siendo consideradas leyes de facto en nuestro territorio ancestral.

Para concluir, quiero enviar mi más sentida solidaridad a los familiares de los presos políticos, a las comunidades allanadas, a los dirigentes perseguidos, a los niños detenidos y a todos aquellos que han sufrido los efectos de las torturas físicas y psicológicas, así como a los damnificados por la catástrofe ambiental del volcán Puyehue.  Finalmente, mando un saludo afectuoso, deseándoles mucho éxito a los participantes en la campaña solidaria “Incin, Gexem Ayu Keyu Payalu”,  con las comunidades mapuches de Rio Negro, Neuquén y Chubut afectadas por las cenizas del mencionado volcán.

K’me amupe Wiñoy Xipantu kompuche!


Felipe

Príncipe de Araucania y Patagonia                       

Paris, 24 de junio, 2011

 

Arriba^^