Comunicación Mapuche: La otra reivindicación
miércoles 12 de marzo de 2003
Cada vez más las organizaciones mapuches
están comprendiendo la importancia estratégica de
poder dar a conocer de una manera propia su mensaje, revalorando
sus propias formas de comunicación y contando la historia
desde un punto de vista eternamente ignorado: el de ellos mismos.
La actual manera de difusión en los
medios de comunicación de los mapuches es un tema que ha
sido objeto de estudio en varias instancias de la sociedad civil
de la IX región. Sus conclusiones arrojan resultados que
los dirigentes fácilmente pueden intuir: los medios presentan
su realidad de manera distorsionada, excluyendo la fundamentación
histórica de sus demandas y han transformado sus legítimas
peticiones en requerimientos caprichosos, mezquinos e injustos.
La realidad indica que la gran mayoría
de los medios de comunicación aborda el tema de los Pueblos
Originarios cuando se trata de movilizaciones, sucesos policiales
o acciones con consecuencias violentas, por tanto su perspectiva
por lo general está descontextualizada.
Según Alberto Seguel, en su artículo
"El tema mapuche en la prensa chilena, "el periodismo
masivo ha provocado en gran parte de la sociedad chilena sentimientos
encontrados respecto a los mapuches: odio y lástima".
"Si se sigue dependiendo absolutamente del periodismo actual
en el enfoque que queremos para los mapuche o los pueblos originarios
en general, nunca se van a reivindicar sus verdaderas demandas"
¿Es posible que dentro de los medios
de comunicación masivos los mapuches puedan dejar de ser
protagonistas de la crónica roja y ser actores fundamentales
de su historia y de su cultura?
Muchos dirigentes así lo creen y trabajan
para hacerlo posible, conscientes que tal vez no sea un logro de
ellos, sino que de generaciones futuras. Cada vez más las
organizaciones mapuches están comprendiendo la importancia
estratégica de poder dar a conocer de una manera propia su
mensaje, revalorando sus propias formas de comunicación y
contando la historia desde un punto de vista eternamente ignorado:
el de ellos mismos.
Internet vs medios escritos
Una manera muy difundida de dar a conocer
al Pueblo mapuche es a través de internet. Según El
Mercurio hacia marzo del 2002 ingresando "mapuche" en
el buscador más popular -Google- se podían encontrar
más de 24.600 alternativas en español con la gente
de la tierra.
Esta amplia variedad de sitios "para
todos los gustos" han sido objeto de todo tipo de análisis
y calificativos por parte de los medios tradicionales. A pesar de
ello, y de que muchos de ellos han sido acusados incluso de incitar
al terrorismo, este es sin duda el medio de comunicación
que por su inmediatez y dificultad de censura ha posibilitado la
comunicación, el contacto, la sensibilización y la
relación entre organizaciones chilenas con otras internacionales.
Así lo asegura el dirigente Javier Quidel, quién gracias
a este medio ha podido relacionarse exitosamente con otros pueblos
indígenas indígenas, relación que le ha permitido
presentar internacionalmente la propuesta que la organización
postula y que involucra la construcción de Pueblo y todos
los aspectos del quehacer de un territorio.
Sin embargo, a pesar de su gran difusión,
internet todavía nos es un medio masivo para la mayoría
de las organizaciones indígenas, por lo que es difícil
utilizarlo para la socialización de su mensaje al interior
de las comunidades. Por ello constantemente se están buscando
distintas estrategias. Publicaciones impresas al interior de las
organizaciones como El Toki (Asociación Ñancucheo
de Lumaco) o Rakiduam (Asociación Poyenhue de Villarrica)
así lo demuestran.
Con poco presupuesto, pero mucho esfuerzo
y ganas, ambas publicaciones han podido ser editados en forma periódica.
Sus características son similares: buscan ser la voz oficial
de lo que la dirigencia está proponiendo, pero permitiendo
a su vez el espacio para que quien quiera decir algo lo haga, obviamente
si está dentro de la organización. Tanto El Toki como
Rakiduam -además de informativas- tienen un fuerte componente
de opinión y de rescate cultural, con la inclusión
de elementos de poesía, narrativa, cocina e incluso varios
toques de humor tradicional.
Resistencia
Sin embargo, el entusiasmo y las proyecciones
que algunos dirigentes mapuches le dan al tema comunicacional ha
encontrado obstáculos, incluso dentro de las propias organizaciones
indígenas.
Para Javier Quidel la realidad de las organizaciones
indica que el tema comunicacional es coyuntural y que no se le ha
dado la importancia que merece. "Yo creo que es un tema fundamental
y transversal, porque a partir de ahí nosotros podemos dar
a conocer nuestra propia realidad, de cómo se está
llevando adelante la lucha social, política y cultural de
los pueblos indígenas chilenos".
Según Quidel, la relevancia de la
comunicación mapuche está en que es necesario contrarrestar
los efectos de los medios de comunicación masivos y la información
que éstos emiten, que en definitiva es la que circula por
las comunidades. "Queremos mostrar la otra cara, la otra opinión,
desde el punto de vista de los pueblos indígenas, dar a conocer
cómo los indígenas ven y opinan sobre su propia realidad
y su propio destino", puntualiza.
Para Alfredo Seguel, urge el surgimiento
de medios y periodistas mapuches, capaces de transmitir a ese pueblo
y a los winkas la verdad que la gran prensa escamotea o distorsiona.
Y más que una necesidad, es también uno de sus grandes
derechos. Muchas de las disciplinas profesionales que se imparten
en centros de educación superior del país no pueden
seguir ignorando la existencia de los pueblos originarios.
Tal como reza la editorial periódico
Rakiduam, en su la primera edición del presente año
. "A pesar de que muchos hermanos mapuche sólo se han
preocupado de seguir tras proyectitos o promesas, muchas comunidades
han entendido que para lograr el verdadero desarrollo, necesariamente
debemos recuperar nuestros derechos políticos y territoriales".
Hacer el esfuerzo de comunicar este mensaje
y muchos otros, en un proceso sistemático de comunicación
al interior de las comunidades, es un paso adelante en la recuperación
de estos derechos.
Por: Marcela Orrego Guerrero
Fundación Instituto Indígena
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